Como sabemos, año con año la Fundación Teletón convoca a todo México para ser participe en esta labor altruista cuyo único fin es apoyar a niños y jóvenes con alguna discapacidad, labor que reconocemos, pero no pretendemos ir más allá de su funcionamiento pues mucho se rumora sobre la recaudación de fondos y como las grandes empresas usan este tipo de obras de beneficencia para no pagar impuestos, obras que deberían ser obligación del gobierno.
Mucha gente considera que el Teletón se ha convertido en una tradición en nuestro país ya todos los años la gente sale a donar, poco o mucho, o bien puede adquirir algún producto de determinada marca que tenga colaboración con la causa, pero partiendo de esta idea, ¿el teletón es una tradición inventada?
Existió un autor que trato este tema, Eric Hobsbawn, y lo expuso en su obra “Inventando Tradiciones” quien nos dice que una tradición inventada se refiere al conjunto de practicas que buscan inculcar ciertos valores y normas de comportamiento por medio de la repetición, es decir, no son genuinas sino artificiales y son utilizadas para ejercer el poder.
El Teletón, en efecto, se da año con año, pero no por ello se convierte en una tradición como bien lo indica Hobsbawn puesto que la persistencia en el tiempo no es el rasgo clave para definirla. Ahora bien, el Teletón surge en nuestro país en el año de 1997 y es adoptado de un proyecto que ya existía en Chile muchos años atrás, en 1978 para ser exactos. Se podría decir que gracias a la globalización es como nuestro país adopta dicho modelo para poder ayudar a las personas con discapacidad.
El Teletón es un proyecto de unidad nacional, el cual a través de los valores como amor, generosidad y solidaridad se ha mantenido con el propósito de fomentar una mejor calidad de vida para aquellas personas que padecen de alguna discapacidad, cáncer o autismo. Es así como podemos observar que cumple con la función de modificar nuestra conducta y comportamiento para solidarizarnos y apoyar a la causa a través de ciertos valores.
Además los propios medios de comunicación juegan un papel importante para la propagación de las tradiciones inventadas, pues a parte de transmitir durante dos días dicho evento, previamente se encargan de dotarnos de una dosis de mensajes y publicidad que logran inyectarse en nuestro cuerpo como una aguja hipodérmica activando en nosotros esos valores y renovando nuestra confianza, unión y compromiso en torno a esta causa social.
Es así como podemos ver que el Teletón, aunque lleva poco en nuestro país, 16 años, no es tiempo suficiente para decir que se ha vuelto una tradición, pero si podríamos decir que es producto de la globalización y que un proyecto de unidad nacional como este modifica nuestra conducta para poder ser participe, gracias también, a los medios de comunicación.
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