Museo Universitario del Chopo Dr. Enríque González Martínez 10, Col. Sta. Ma. la Ribera |
El haber visitado el Museo del Chopo me dejo con un gran
sabor de boca, nunca imagine que un edificio pudiera albergar tanta historia en
sus muros y cimientos.
Mi visita comenzó con un recorrido alrededor de las
instalaciones del museo y me entere que su nombre se debe al nombre de un pino,
y es que antes, las calles de la colonia Sta. María la Ribera tenían nombres de
árboles, por lo que uno de ellos se llamaba Chopo y de ahí que se hiciera
referencia al museo que se encontraba sobre dicha calle.
El Museo Universitario del Chopo es un espacio cultural en
donde los jóvenes pueden disfrutar de diversas actividades como cine, teatro,
danza, música, exposiciones, foros, pero sobre todo, el Chopo es un recinto con
mucha historia la cual data desde los años del Porfiriato. Con motivos de la celebración
del centenario, se inaugura como Museo de Historia Natural, en la cual podíamos
encontrar la historia de los seres vivos como aves, plantas, animales e incluso
restos de fósiles.
En el año de 1929, el
museo pasa a ser propiedad de la UNAM, año en el que le otorgan la autonomía durante
el gobierno de Emilio Portes Gil. Con el paso del tiempo, el museo va sufriendo
ciertos deterioros; debido a gastos de mantenimiento, las obras y piezas se
mudan de recinto quedando solo el edificio. La restauración del mismo era un
gasto muy caro pero gracias a la Ley de Protección a Monumentos Históricos, por
su procedencia y edad, es así como se logra su restauración (1972 – 1975)
La música del rock para esos años se encontraba prohibida, no
tenia espacios y los discos eran muy caros, por lo que el Museo del Chopo
decide abrir sus puertas los sábados para que la gente pudiera regalar o
intercambiar discos para darse a conocer. Es así como surge el famoso “Tianguis
del Chopo”, un lugar de reunión y recreación que tuvo sus orígenes en el
interior del Museo y con el paso del tiempo se traslado a un par de calles
aledañas.
Continuando con mi recorrido y al mismo tiempo aprendiendo un
poco sobre la historia de este majestuoso edificio, me encontré con una exposición
de Fotoperiodismo, en la cual, se muestran 125 imágenes de 41 fotoperiodistas
independientes para difundir el trabajo de reporteros gráficos producido durante
el 2011. En la exposición se pueden apreciar imágenes de distinto índole, como
el caso de la guardería ABC, los juegos panamericanos, el caso de la discoteca
new divine, entre otras.
Es una exposición bastante fuerte, con imágenes que pueden
provocar distintos sentimientos en el visitante, pero que al final, recaerá en él
una reflexión de lo que ocurre no solo en nuestro país sino en todo el mundo.
Una de mis últimas actividades fue un taller de fotoperiodismo,
en donde el encargado de darnos esta clase fue el fotoperiodista mexicano Jorge
Salgado, egresado de la UNAM y con una amplia experiencia en el campo. En esta
pequeña platica, Jorge nos remarcaba que antes de tomar una fotografía, es
necesario saber que es lo que quiero decir o expresar a través de dicha foto; es
decir, debe existir una intención como fotógrafo.
Así también, nos dio algunos consejos si es que desea uno
pertenecer a este medio como son: contar con una buena cámara y unos lentes
luminosos. También importa mucho donde se encuentre uno parado, se debe estar
cerca de los hechos para poder presenciar lo que está pasando y también se debe
saber cuándo es hora de moverse si se tornan las cosas violentas ya que es más
valiosa nuestra vida que una foto.
Y es así como concluyó mi día en el Museo Universitario del
Chopo, con nuevas experiencias y conocimientos pero sobre todo, como dije al principio, con un buen sabor de
boca que me gustaría repetir.